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EL OBSERVATORIO

Informe climatológico del año 1994

España y parte de Europa a vista de satélite el 23 de julio de 1994, mes seco y excepcionalmente cálido. (ESA/Eumetsat)

Mapa de temperaturas a 850 milibares (unos 1.500 metros de altitud) del 23 de agosto de 1994. El sector rosa marca la masa de aire más cálido, que afectó a la vertiente oriental de la Península. (Wetterzentrale)

Varios récords de la serie climatológica de Torremocha se aglutinan en 1994. Con una temperatura media anual de 11,3 ºC, fue el tercer año más cálido, después de 1997 y 2003, y tuvo el verano más extremado del periodo 1985-2009.

El verano más cálido de la serie

Para el conjunto de la estación se trata del verano más cálido, pero la principal anomalía corresponde a julio, que con sus 24,1 ºC de media mensual fue excepcionalmente caluroso. Un promedio de las temperaturas máximas de 33,7 y una media de 14,5 en las mínimas nos hablan de un mes estival diferente a todos los demás de la serie. Aunque agosto, con 22,9 ºC de media, mantuvo la misma tónica, no alcanzó el carácter excepcional de julio.

Cabe recordar aquí que la serie de Torremocha comparte con otras zonas de la mitad oriental peninsular la efeméride de 1994 para su verano más cálido, en contraste con una gran parte de España, que tuvo esa misma efeméride en el año 2003, considerado el más cálido de la historia para la mayor parte del continente europeo. La causa de esta diferencia fue el tipo de circulación atmosférica, marcada en julio y agosto de 1994 por vientos de poniente que generaron el conocido efecto föhn en las costas mediterráneas, y temperaturas diurnas extraordinariamente calurosas en el interior de toda la franja este peninsular merced a que las masas de aire de origen tropical le afectaron de lleno y con mayor intensidad que a la vertiente occidental.

23 días se superaron los 35 ºC

En la comparación de promedios anuales llama la atención que 1994 es el año con la media más alta de las temperaturas máximas: 19,0 ºC. Éste es otro de los récords del año, que comparte con 2009, a pesar de que ambos sean menos cálidos en promnedio que otros años. Los datos de temperaturas extremas fueron éstos: la máxima absoluta fue de 38,5 ºC y se observó el 3 de julio, y la mínima absoluta el 21 de enero, día en el que se alcanzaron los -13,5 ºC. Otro dato muy destacable es que en el trimestre junio-agosto se registraron nada menos que 23 días en los que la temperatura superó los 35 ºC, lo cual sintetiza mejor que los promedios mensuales el excepcional comportamiento atmosférico del verano de 1994.

El invierno, en cambio, no fue cálido a pesar de que tampoco pueda considerarse frío. Enero, seco y estable, fue el más frío de los tres meses invernales, con una media de 1,3 ºC. Durante 1994 se registraron 128 días de helada, lo cual da a entender que el invierno fue normal en este aspecfto y que, por tanto, la alta temperatura media final del año se debió fundamentalmente a la excepcionalidad térmica del verano. La primera helada otoñal apareció el 17 de septiembre, y la última de primavera correspondió al 21 de abril.

Un tercio de la lluvia anual cayó en agosto

Además de cálido, 1994 fue bastante seco en conjunto, con una precipitación anual de 271,7 litros por metro cuadrado (mm.). De ese total, 95,5 mm. corresponden al mes de agosto, que a pesar de ser muy cálido marcó un clarísimo contraste con julio por el protagonismo de las tormentas. Hubo dos meses, febrero y junio, en los que la precipitación fue nula, mientras que las cantidades recogidas en los meses primaverales y otoñales fueron en general discretas.

"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"

Carmen Cortelles

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