El valle del Jiloca, con Sierra Palomera al fondo, tras el temporal de niev de finales de febrero de 2006. (Foto: Vicente Aupí)
La laguna del Cañizar, entre Cella y Villarquemado, en otoño de 2009, tras una larga temporada de notables precipitaciones que favoreció su resurgimiento. (Foto: Vicente Aupí)
El clima de tipo continental que caracteriza a Torremocha y el valle turolense del Jiloca queda patente en el análisis por meses. Para este análisis se han usado datos del periodo climatológico de referencia actual 1991-2020, aunque en las temperaturas extremas y los máximos mensuales y anual de precipitación se ha extendido a la serie completa (1985-2021) del Observatorio de Torremocha, cuya estación meteorológica oficial tiene el indicativo Aemet 9375C..
De los patrones climáticos de Torremocha cabe destacar lo siguiente: precipitación media anual de 360,7 litros por metro cuadrado (mm.), temperatura anual de 10,8 ºC, 127 días de helada al año en promedio y temperaturas extremas de 41,2 ºC el 13 de agosto de 2021 y -26,5 ºC el 12 de enero del mismo año, un año excepcional en el que se batieron a la vez los récords de máxima y mínima absoluta de la serie, con una amplitud térmica anual de 67,7 ºC, que es al mismo tiempo la absoluta de los 36 años de serie climatológica.
Febrero y diciembre agudizan sus diferencias
Enero es el mes más frío, con una temperatura media de 2,3 ºC, y julio y agosto, ambos con 20,8 ºC, comparten las medias mensuales más cálidas. Febrero, con 3,6 ºC de media, es claramente más cálido que diciembre, que con sus 3,0 ºC de promedio está más próximo al régimen térmico de enero. Este dato es particularmente llamativo y puede considerarse digno de estudio de una forma más global, ya que sintetiza el comportamiento cálido que febrero ha tenido en España durante muchos años de la década de los 90 y parte del primer decenio del siglo XXI. En la serie de Torremocha febrero es 0,6 ºC más cálido que diciembre, pero si miramos el comportamiento climático de décadas pasadas en observatorios cercanos como los de Calamocha, Teruel y Molina de Aragón observaremos que a mediados del siglo XX las diferencias térmicas entre febrero y diciembre no eran tan acusadas. Aunque diciembre es más frío que febrero en estos tres observatorios, ninguna de sus series presenta diferencias superiores a 1 ºC como la que atestigua la serie de Torremocha.
Ruptura pluviométrica con la influencia mediterránea
Del régimen pluviométrico es destacable el papel de las tormentas durante el verano y la segunda parte de la primavera. Junio y mayo son los meses más lluviosos, pero abril y agosto también muestran destacadas aportaciones en el balance pluviométrico anual. En el clima del valle del Jiloca, el otoño es menos lluvioso que la primavera y el verano, lo cual delata que en esta zona de Teruel se produce una ruptura, merced a las barreras orográficas, con la influencia mediterránea que en otras zonas del sur de Aragón favorecen al otoño como estación del máximo pluviométrico anual.
Claramente el invierno es la época más seca del año. Febrero y enero tienen los menores promedios de precipitación, con sólo 14,0 y 14,4 mm. respectivamente. Ambas circunstancias están claramente relacionadas con el carácter estable que habitualmente tiene el primer mes del año, hecho que se traduce en muchas noches serenas y despejadas y, a su vez, en escasas precipitaciones y temperaturas nocturnas bajas, con un promedio de 23 a 25 días de helada.
Sólo julio se libra de las heladas
En la serie de Torremocha julio es el único mes en el que no se han registrado heladas, aunque la mínima absoluta de la serie en dicho mes es de 0,7 ºC en 2012. Lo habitual es que el periodo libre de las mismas abarque de la segunda quincena de mayo a la segunda de septiembre, pero ocasionalmente se dan en junio y también pueden producirse a finales de agosto, como atestigua la efeméride del 29 de agosto de 1993, día en el que se registró una mínima de -0,1 ºC. No obstante, en la población existen testimonios fiables de que el 5 de julio de 1979 se helaron los huertos del municipio, lo que probablemente es indicativo de que en alguna ocasión también ha habido heladas a primeros de julio. Sin embargo, tal circunstancia no se ha dado desde el inicio de la serie climatológica de Torremocha en 1985.
Independientemente de que julio y agosto sean los meses más cálidos en promedio, la serie de Torremocha muestra cierta tendencia a que los picos de calor del año se den en fechas cercanas al solsticio de verano. Hasta 2021 no se había superado los 40 ºC, pero en agosto de dicho año, a pesar de que el mes en conjunto no fue especialmente cálido, dicho umbral se batió tres días seguidos durante una intensa ola de calor en gran parte de España, alcanzándose 41,2 ºC el día 13 y 40,1 ºCy 40,4 ºC las dos jornadas siguientes.
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
Todos los derechos reservados.
© Vicente Aupí. Salvo indicación en contra todos los textos y las fotografías son del autor. Su uso o reproducción sólo se permite mediante la correspondiente autorización previa.
CONTACTO | ENLACES