Desde que alcanzó su máximo brillo en la primavera de 1997 ningún otro cometa ha sido tan espectacular como el Hale-Bopp. El espectáculo que ofreció este singular astro errante no se ha repetido, aunque eso puede cambiar en cualquier momento porque, a excepción del Halley, los grandes cometas de la historia se mueven en órbitas de cientos o miles de años, como le sucede al propio Hale-Bopp, cuyo periodo es de 2.537 años. No regresará, por tanto, hasta un futuro muy lejano. Su descubrimiento se debe a los observadores Alan Hale y Thomas Bopp, que lo localizaron en julio de 1995, casi dos años antes de se máxima proximidad al Sol. En esta foto, tomada con un teleobjetivo de 400 mm. de longitud focal, podemos ver un primer plano de las dos colas del cometa. La diferencia de colores se debe a que la azul es de gas y la blanca es de polvo. Pulsando aquí puedes ver al Hale-Bopp en un encuadre con la Galaxia de Andromeda (M 31) y el Doble Cúmulo de Perseus.
Exposición: 6 minutos
Película: Fuji Provia 400 ISO forzada a 1600 (6x7)
Cámara: Pentax 6x7
Objetivo: Takumar 400 f/4
Montaje en paralelo con telescopio guía
Lugar: Observatorio de Torremocha del Jiloca (Teruel)
Fecha: Primavera 1997
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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