Campos cercanos a Torremocha a principios de enero de 2000. Las manchas blancas son restos de la nevada que se produjo en navidades de 1999. (Foto: Vicente Aupí)
España cubierta por la nubosidad en una imagen captada por el satélite NOAA el 23 de octubre del año 2000. Octubre fue lluvioso y supuso una excepción a las bonanzas del resto del año. (Foto: NOAA)
En España se recuerda el año 2000 como el de los mal denominados aerolitos, a causa de la caída de bloques de hielo de gran tamaño (megacriometeoros) en diferentes lugares del país durante el mes de enero. Varios de los casos fueron falsos, pero hay unos cuantos documentados científicamente como auténticos y vinculados a las excepcionales condiciones que se dieron en enero de 2000 en la atmósfera, que estuvo especialmente fría tanto en capas bajas como altas sobre la vertical de la Península Ibérica. A nivel de superficie, la estabilidad atmosférica caracterizó el mes, que en el caso de Torremocha fue el segundo más frío de la serie a causa de las temperaturas nocturnas tan bajas que se dieron.
Intensas heladas de radiación
La nota dominante de enero fueron, pues, las heladas de radiación, con temperaturas bajo cero los 31 días de enero, cuya media mensual fue de -0,7 ºC. Sólo enero de 1992, con un promedio de -1,0 ºC, fue más frío. Ambos casos muestran, además, un denominador común: no se trata de meses fríos vinculados a la llegada de masas de aire polar, sino que sus promedios mensuales negativos obedecen a que los fríos nocturnos superan al escaso calentamiento diurno en las semanas del año en las que las noches todavía son muy largas y, además, amanece un poco más tarde que en las precedentes al solsticio de diciembre. En enero de 2000, la media de las temperaturas máximas fue de 6,0 ºC y la de las mínimas fue de -7,4 ºC, la más baja para ese mes en toda la serie.
Días máas cálidos en febrero que en abril
La media anual fue normal: 10,7 ºC. Agosto, con 20,1 ºC de media, fue el mes más cálido, pero dentro de sus valores normales. La principal anomalía térmica correspondió a febrero, con una media mensual muy cálida de 6,9 ºC. Abril, con una media de 7,7 ºC tuvo un comportamiento fresco que se repite en numerosos casos a lo largo de la serie. De hecho, en este mes de plena primavera el promedio de las temperaturas máximas fue de 14,2 ºC, mientras que en febrero y marzo ese mismo promedio fue de 15,7 y 15,1 ºC, respectivamente. Dicho de otra forma, las temperaturas diurnas fueron en conjunto más frías en abril que en febrero y marzo.
Las temperaturas extremas del año fueron los 36,7 ºC del 1 de agosto y los -13,7 del 15 de enero. Heló 131 días del año, correspondiendo la primera helada de otoño al 21 de septiembre y la última de primavera al 7 de junio. Por tanto, en el año 2000 sólo julio y agosto se libraron del riesgo de las heladas nocturnas.
El tercer año más seco
Estabilidad atmosférica y bonanzas caracterizaron gran parte del año 2000, lo que se tradujo en escasas precipitaciones. Con un total 251,8 litros por metro cuadrado (mm.), es el tercer año menos lluvioso de la serie. Octubre, con 75,5 mm., fue el mes más lluvioso. En el extremo contrario, este año se dan dos meses con un balance nulo de precipitación: febrero y agosto, en los que no cayó ni una gota de lluvia.
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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