Nevada tardía del 7 de abril en el Observatorio de Torremocha.
Nubes de tormenta en pleno desarrollo en Sierra Palomera en junio de 2007.
El año 2007 es el tercero más frío de la serie climatológica de Torremocha, con una temperatura media anual de 9,7 ºC. Sólo tienen promedios más fríos los años 1991 y 1993, ambos con 9,5 ºC. En el marco de ese carácter sobresalen algunos datos excepcionales del otoño de 2007, que fue especialmente frío y pródigo en heladas. Así, en noviembre heló en 29 de los 30 días del mes, algo excepcional, al igual que sus temperaturas mínimas. Los -17,3 ºC del día 17 son récord de frío absoluto para el mes de noviembre en la serie, pero también lo fue el promedio mensual de las mínimas, que fue de -7,0. Lo más sobresaliente de noviembre de 2007, no obstante, fue que los fríos se observaron en el marco de una amplitud térmica diaria extraordinaria. Sirvan dos ejemplos: el día 17, tras la mencionada mínima de -17,3 ºC, se alcanzó una máxima de 11,5, es decir, una oscilación de 28,8 ºC. Y el día siguiente las temperaturas extremas fueron 16,3 y -13,8, lo que supone una oscilación de 30,1 ºC, que es la máxima que se ha producido en el observatorio a lo largo de la serie. Asimismo, noviembre de 2007 comparte con el mismo mes de 2008 una media mensual de sólo 2,8 ºC, lo que convierte a ambos en los más fríos de la serie.
Punto de rocío muy bajo
Para entender lo sucedido en noviembre de 2007 hay varias claves. La primera es que la circulación dominante fue de aire frío del norte en el marco de una situación atmosférica de gran estabilidad que favoreció los descensos térmicos nocturnos por irradiación en una época del año en la que, pese a tratarse del otoño, la duración de la noche es muy larga, ya que el solsticio de invierno está a sólo un mes. No obstante, la verdadera clave para las bajísimas temperaturas nocturnas y los grandes contrastes del mes de noviembre entre el día y la noche hay que buscarlos en la notable sequedad ambiental que se dio aquel mes, en el que la primera quincena fue totalmente seca y el balance de precipitación mensual sólo sumó 2,8 litros por metro cuadrado (mm.). En estas condiciones, las temperaturas de punto de rocío fueron extraordinariamente bajas y, merced a la duración de la noche, propiciaron mínimas muy frías.
En todo el año hubo 146 días de helada, con un periodo libre de ellas muy corto, ya que no llegó a los cuatro meses: del 30 de mayo al 26 de septiembre. Diciembre, con una media de 0,7 ºC, fue el mes más frío, y julio, con un promedio de 19,5 ºC, fue el más cálido. Las temperaturas extremas del año fueron los 37,8 ºC del 4 de agosto y los ya citados -17,3 del 17 de noviembre.
Respecto a las precipitaciones, el balance anual fue de 359,3 mm., siendo abril, con casi 110, el más lluvioso del año. El más seco fue julio, con sólo 1 mm. de precipitación.
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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