Enero y diciembre de 1989 fueron dos meses antagónicos. En enero hubo régimen anticiclónico, helando los 31 días del mes. La gráfica de arriba, en color naranja, muestra las temperaturas de los días 27 al 29 de enero, con tiempo típicamente invernal. En cambio, en diciembre se rompió el régimen de heladas habitual de las semanas cercanas al solsticio de invierno, con temperaturas muy templadas, como muestra la gráfica de abajo, correspondiente a los días 15 al 17 de diciembre.
Con una precipitación total de 484,6 litros, 1989 es el tercer año más lluvioso del periodo 1985-2009 en el Observatorio de Torremocha, después de 1999 y 2008. Tanto la primavera como una parte del otoño fueron especialmente húmedas, lo que coincidió con el régimen de lluvias que afectó en el último tramo del año a toda la vertiente mediterránea. Aunque en el valle del Jiloca la influencia mediterránea es menor que en otras zonas de la provincia de Teruel, los datos evidencian que los temporales de lluvia también alcanzaron esta parte de Aragón.
Solsticio de invierno sin heladas
El máximo de lluvia se produjo en septiembre, con un balance de 103,0 mm. Mayo con 72,7 mm. y abril con 70 ocupan el segundo y el tercer lugar. Diciembre fue un mes anómalo, con un comportamiento templado y húmedo. Se recogieron en dicho mes 40,2 mm. de precipitación que no reflejan con exactitud el carácter húmedo del mes, pero lo importante es que la temperatura media fue de 6,3 ºC. El régimen de heladas propio del mes del solsticio de invierno estuvo prácticamente ausente en 1989, ya que sólo hubo siete días con temperaturas por debajo de los 0 ºC. De hecho, mientras que los 10,0 ºC del promedio de las máximas de diciembre pueden considerarse sólo ligeramente por encima de lo normal, los 2,7 (positivos) de la media de las máximas constituyen una efeméride cálida para este mes.
Térmicamente se puede considerar a 1989 como un año normal. La media anual fue de 10,8 ºC, una décima por encima de la media. Enero fue normal y febrero algo cálido, mientras que el verano fue cálido aunque sin que se pueda considerar extremado. Las temperaturas extremas del año fueron los 37,0 ºC del 20 de julio y los -11,0 ºC observados los días 1 y 2 de enero. Se produjeron 103 días de helada, correspondiento la primera de otoño al 30 de septiembre y la última primaveral al día 5 de mayo.
Anticiclón persistente en enero
Entre los rasgos meteorológicos de 1989 también es destacable la estabilidad atmosférica del mes de enero. El régimen anticiclónico dominante sobre la Península se tradujo, en el caso de Torremocha y el resto de Teruel, en tiempo seco y soleado con un gran contraste entre el día y la noche. Las madrugadas fueron muy frías, helando los 31 días del mes, que arrojó un promedio de las mínimas de -6,5 ºC.
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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