2010-08-22
Los cometas siempre han fascinado y atemorizado a la humanidad y, seguramente, han tenido un protagonismo decisivo en los impactos cósmicos que han causado extinciones masivas sobre la Tierra. Sin embargo, algunos de los más grandes científicos los ven también como el germen que permitió hace millones de años el florecimiento de la vida sobre nuestro planeta. Fred Hoyle y Joan Oró, ambos ya desaparecidos, figuran entre los principales defensores de los cometas como mensajeros de la vida a través del espacio, una idea que tiene muchos detractores y sobre la que no hay consenso. Ambos dieron forma, desde diferentes ángulos, a la teoría de la panspermia que propuso el científico sueco Svante August Arrhenius, quien postuló por primera vez a finales del siglo XIX que la vida terrestre germinó gracias a las esporas procedentes del espacio.
FOTOGRAFÍA: El cometa Hale-Bopp, fotografiado en primavera de 1997 junto a la Galaxia de Andromeda (abajo) y el Doble Cúmulo de Perseus (arriba). Obsérvense las dos colas, azul y blanca, que hicieron de éste un cometa excepcional. (Foto: Vicente Aupí).
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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