2019-02-19
Sin ella, la Tierra hubiese tenido un destino muy diferente y nosotros no estaríamos aquí. Tierra y Luna son dos hermanas inseparables, que aparecen juntas como dos candelas en las noches estrelladas de Marte. En el firmamento, nosotros vemos el planeta rojo con el aspecto de una brillante estrella del color del fuego, y Venus, el Lucero del Alba, aparece como el astro más brillante de la mañana o de la tarde. Pero desde la perspectiva de cualquiera de ambos de nuestros vecinos más cercanos, la Tierra y su hermana, la Luna, forman una estampa diferente y exclusiva en el Sistema Solar: dos luceros juntos, los más brillantes, uno abrazado al otro. Son, realmente, un sistema planetario doble que no tiene réplica en el reino del Sol. Las demás lunas giran en torno a planetas mucho más grandes, como sucede en los sistemas de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, gigantes gaseosos que gobiernan gravitatoriamente sus respectivas cortes de lunas. Ganimedes y Titan son las más grandes y superan en diámetro a la Luna, pero son diminutas en comparación con Júpiter y Saturno, sus planetas respectivos. La Luna es un caso único: está ahí la mayor parte de las noches, aunque a veces no reparemos en ella, quizá por exceso de familiaridad, pero nada sobre la Tierra hubiese sido ni sería igual sin la Luna. Toda nuestra evolución de miles de millones de años, incluida la vida, está ineludiblemente asociada a ella, y su influjo determina una gran parte de la mecánica celeste que gobierna nuestro planeta. Además, el espejo plateado de la superficie lunar nos invita a observarla cada noche, como hizo Galileo por primera vez hace ahora poco más de 400 años, cuando la enfocó en su telescopio y descubrió que las montañas existen también en otros lugares además de la Tierra. Vio las extensiones grisáces que denominó maria (mares), aunque no contienen agua, sino una gran alfombra de polvo, y también los cráteres, que hoy sabemos que se han ido formando a lo largo de millones de años a causa de los impactos cósmicos de asteroides y cometas. La Luna es la hermana de la Tierra y, además, el astro más fácil de observar. Si quieres conocer los aspectos fundamentales de la observación lunar y los principales accidentes de nuestro satélite natural puedes hacerlo en este artículo.
FOTOGRAFÍA: La Luna en fase llena, fotografiada con el antiguo telescopio refractor de 200 mm. de abertura del Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia desde Aras de los Olmos. (Foto: Vicente Aupí)
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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