2020-03-01
“La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad”. Esta sentencia mítica de la película Blade Runner explica perfectamente por qué las estrellas más gigantescas que se conocen están condenadas a autodestruirse en unos cuantos millones de años (una nimiedad en las escalas cósmicas) mientras el Sol puede vivir 10.000 o 12.000 millones de años. Betelgeuse, la bella supergigante roja de la constelación de Orion que actualmente observan miles de astrónomos por sus notables cambios de brillo, tiene un diámetro que supera los 800 millones de kilómetros, por lo que su tamaño es equivalente al de la órbita de Júpiter. Esto es, si estuviera en el centro del Sistema Solar la Tierra estaría dentro de ella. El destino escrito para Betelgeuse es que acabe su vida resplandeciendo tanto como toda la Vía Láctea al convertirse en supernova, y después probablemente se transformará en estrella de neutrones o agujero negro. La pérdida de brillo que mostró hace meses ha alimentado el interés de millones de personas, pendientes de un hipotético espectáculo celeste con una gran explosión, pero también son millones los astrónomos y observadores del cielo que no desean la muerte de Betelgeuse, uno de los grandes iconos de la astronomía y de toda la simbología histórica y cultural del estudio del firmamento y el Cosmos. De origen árabe, el significado de su nombre no está claro, ya que se cree que la denominación original puede haberse distorsionado con el paso de los siglos. Pero es probable que quienes forjaron su leyenda la concibieran como la mano de Orion, el gran cazador cuya figura representa una de las constelaciones más bellas. El día que Betelgeuse explote, el cielo resplandecerá temporalmente, pero después se apagará para siempre una de las grandes candelas del firmamento y Orion perderá su legendaria figura y el hipnótico influjo que ha ejercido sobre la humanidad desde hace milenios. No sabemos qué ocurre en esta estrella gigante, pero a pesar de los titubeos que muestra su luz, es probable que a Betelgeuse aún le quede aliento para alumbrar el cielo del invierno boreal durante cientos o miles de años. Puedes leer más sobre supernovas en la Vía Láctea en este artículo publicado en El País y en este sobre la Estrella de Kepler.
FOTOGRAFÍA: La estrella Betelgeuse en una composición de imágenes del Digitized Sky Survey 2 (DSS2) del European Sothern Observatory (ESO). El sector del encuadre tiene un campo de 2x1,5 grados. (Imagen: ESO/Digitized Sky Survey 2)
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
Todos los derechos reservados.
© Vicente Aupí. Salvo indicación en contra todos los textos y las fotografías son del autor. Su uso o reproducción sólo se permite mediante la correspondiente autorización previa.
CONTACTO | ENLACES