Estrellas y Borrascas

Sol en la montaña, niebla en el valle

2014-12-24

Los contrastes térmicos de estos días navideños llaman mucho la atención, pero son uno de los patrones del clima invernal en España. Con altas presiones, el aire frío, que es más denso, se desliza hasta el fondo de los valles y proporciona mapas de temperatura anómalos a causa de la inversión térmica, hasta el punto de que tanto de noche como en las horas centrales del día hace menos frío en las zonas altas y de montaña, en las que brilla un magnífico sol mientras en las depresiones y zonas aledañas a los ríos se estancan las nieblas y el ambiente es glacial. El pasado día 23, por ejemplo, a la una de la tarde había una temperatura de -1 ºC en Calatayud (Zaragoza) y de 1 ºC en Os de Balaguer (Lleida), cuando a la misma hora tenían 12 ºC en la antesala de los Pirineos, como sucedía en Berga (Barcelona), y en muchas poblaciones típicamente pirenaicas, como Torla y Aragües del Puerto, ambas de la provincia de Huesca. En el valle del Ebro y las mesetas, los bancos de niebla pueden ir acompañados de hermosas cencelladas, que forman depósitos de hielo en los árboles y la vegetación. No es una situación atípica en España: el anticiclón suele ser uno de los protagonistas habituales del invierno en la Península, favoreciendo la estabilidad atmosférica y, con ésta, la inversión térmica que rompe el habitual descenso de temperaturas asociado al aumento de la altitud.

 

FOTOGRAFÍA: Amanecer desde Peña Isasa (La Rioja), a 1.472 metros de altitud. El mar de nubes que aparece al pie son los densos bancos de niebla existentes en la zona de Tarazona (Zaragoza). Fotografía tomada el 24 de diciembre de 2014 por David Momblona.