2014-08-10
Como todos los años, la Tierra cruza estos días la órbita del cometa Swift-Tuttle. Es una zona del espacio en la que están los fragmentos que este cuerpo celeste va dejando como rastro en su viaje perpetuo alrededor del Sol, restos con los que nuestro planeta se encuentra cada vez que pasa por allí. Y esas partículas, diminutas en su mayoría, se tornan incandescentes por la fricción con el aire a altas velocidades cuando entran en la atmósfera. El resultado son las hermosas estelas que conocemos como estrellas fugaces, que estos días de agosto forman la lluvia de meteoros de las Perseidas, la más famosa, no porque sea la mayor -que no lo es-, sino porque se trata de la más observada al coincidir con las vacaciones y excursiones a la naturaleza de millones de personas en todo el mundo. En España se conocen popularmente como Lágrimas de san Lorenzo, al que,se venera en muchos lugares del país el 10 de agosto, en mitad de la canícula. Este año, sin embargo, las Perseidas coinciden con la Luna llena, con la particularidad de que nuestro satélite natural está en el perigeo, su punto más cercano a la Tierra. Por esa misma razón esta Luna llena es una de las más brillantes del año, y su tamaño aparente en el cielo también. Con semejante resplandor quedarán eclipsadas las estrellas fugaces de menor brillo, aunque las más notables podrán verse en medio de un cielo resplandeciente. Pese a que este año nos perdamos una parte de las Perseidas, la experiencia será espectacular, porque además de unas cuantas estelas extraordinarias podremos percibir la magia de una noche al aire libre a la luz de la Luna llena. En la ciudad es más difícil percibirlo, pero en la montaña o el campo, con la gigantesca linterna blanca de esta superluna, nos daremos cuenta que se ve prácticamente todo sin necesidad de alumbrarnos con luz artificial. El máximo de las Perseidas se espera la madrugada del martes 12 al miércoles 13. Para ver las Perseidas hay que olvidarse de prismáticos y telescopios, y buscar la mayor amplitud de horizonte centrando nuestra mirada en la constelación de Perseus, de la cual parecen provenir la mayoría de los trazos luminosos, de ahí el nombre de la lluvia meteórica.
IMAGEN: Región de Perseus fotografiada a la luz de la Luna. Arrriba, Cassiopeia, con su característica forma de letra W. (Foto: Vicente Aupí)
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
Todos los derechos reservados.
© Vicente Aupí. Salvo indicación en contra todos los textos y las fotografías son del autor. Su uso o reproducción sólo se permite mediante la correspondiente autorización previa.
CONTACTO | ENLACES