2019-05-06
Aquel astro errante con cabellera y cola se convirtió en el mensajero del fin del mundo. Ningún otro cometa como el Halley en 1910 ha causado tanta fascinación, tanto miedo y tanta leyenda. Hace ya más de un siglo de uno de los mayores acontecimientos astronómicos del siglo XX, un hito que paralizó el planeta ante el temor al fin de los tiempos y que impulsó a millones de personas, presas del pánico, a asomarse al firmamento cada noche para contemplar hipnotizadas aquella larga figura celestial que desbordaba la noche estrellada. Algunos no superaron el trance y prefirieron quitarse la vida convencidos de que el paso de la Tierra por la cola del cometa, que contiene cianógeno, envenenaría a la humanidad entera. Los mensajes de tranquilidad de los científicos no pudieron evitar los suicidios de una minoría y la congoja de la gran mayoría. Recién llegado el siglo XX, el encuentro con el Halley se vivió en todo el Globo durante la primavera de 1910 hasta el momento cumbre del 18 y el 19 de mayo en el que nuestro planeta cruzó la cola del cometa mientras la humanidad contenía el aliento.
FOTOGRAFÍA: El cometa Halley fotografiado el 13 de mayo de 1910 con una cámara gran angular desde el Observatorio Lowell, en Flagstaff (Arizona). La imagen se tomó unos días antes de que la Tierra se introdujera en el interior de la cola del cometa.
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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