Posición de Venus y Mercurio sobre el horizonte oeste al atardecer durante el mes de abril. (Imagen: Cortesía de Sky&Telescope)
Mercurio y Venus protagonizan la conjunción planetaria del año. Durante esta primera quincena de abril ambos luceros son visibles al anochecer en una posición muy cercana sobre el horizonte oeste. Es, además, una excelente oportunidad para observar Mercurio, un planeta muy difícil de contemplar debido a su proximidad al Sol y que sólo en determinadas épocas se aleja lo suficiente del astro rey para no quedar eclipsado por su resplandor.
Los prismáticos son muy aconsejables para observar esta conjunción planetaria. Aunque se hallan a millones de kilómetros uno de otro, Venus y Mercurio están tan cerca visualmente, que aparecen juntos dentro del campo óptico de los binoculares como dos astros muy brillantes. Es necesario, en cualquier caso, que el cielo esté diáfano. Con el Sol por debajo del horizonte, esta escena crepuscular constituye uno de los espectáculos astronómicos del año.
La observación también puede hacerse con telescopios, pero ninguno de ambos planetas ofrece detalles superficiales a través de estos instrumentos. En realidad, es más sugestiva su observación a simple vista en el conjunto del cielo, en el que destacan poderosamente coronando el paisaje terrestre.
En la página web de Sky&Telescope puedes encontrar cartas de posición y referencias sobre la evolución de esta espectacular conjunción y la posición de ambos planetas en el firmamento.
"Aun a pesar de tener relojes rotos en los baúles, en las Nubes de Magallanes se guardan los más absolutos y recónditos momentos"
Carmen Cortelles
Estrellas y borrascas
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